Una empresa familiar
Hace más de un siglo, el médico homeópata Josep Antoni Grifols Morera, contagia su pasión por la ciencia a su hijo. Años después, el joven Josep Antoni Grifols i Roig con la ayuda de sus hijos, convierte el domicilio de Barcelona en un laboratorio.
En 1909 y en colaboración con compañeros de estudios, Josep Antoni Grifols i Roig inaugura el Instituto Central de Análisis Clínicos, Bacteriológicos y Químicos, la génesis de Grifols. En la década de 1920, Josep Antoni se hace cargo del laboratorio dedicado principalmente, a análisis clínicos y fabricación de vacunas.